martes, 15 de enero de 2013

Capítulo 18: "Vos necia, Yo mentiroso"




Holaaa paso rapidisimo a dejar cap. medio larguito jaja consejito:no se encariñen tanto con Maca, bessos


CAPITULO 18:
En un bar Lali y Vico….
—¡No puedo creer que no supieras que era un travesti!
—¿Cómo imaginarlo? ¿Viste las gomas que tiene?
—¡Por favor, Vic! Mide como dos metros, tiene unos hombros anchísimos, y su cara
es cuadrada y angulosa...
—¡Pero sus gomas!
—Límpiate la baba, amigo –se burló Lali, mientras le pasaba la mano por la barbilla.
Y bastó aquel gesto inocente para que el sexo de él comenzara a delirar. Ya llevaba dos meses sin una mujer, y no le hacía falta demasiado para excitarse.
—La próxima vez que tengas que entrevistar a un artista, querido amigo,
pregúntame primero a mí. ¡Sé todo de todos!
—¡¿Vos?! Nunca antes te interesaron esas cosas.
—Y ahora tampoco. Pero mi jefe me hace leer todo el material que llega a su casa, ¡y llega cuanta porquería se publica!
—No entiendo. ¿No sos su empleada?
—Sí, pero como considera que me sobra el tiempo, y a él no le gusta pagar de
balde, me obliga a leer noticias, en busca de algo interesante que pueda engrosar su
archivo.
—¿Y si no lo haces, qué ocurre?
—¡Imposible! Todas las mañanas me toma lección mientras desayuna.
Victorio resopló. Tenía que sacar a Lali de esa casa cuanto antes. Por lo que había escuchado de él, Pablo no era un tipo capaz de tomarse tanto trabajo sin esperar nada a cambio.
—No me gusta tu jefe. Creo que esconde segundas intenciones. Y si voy a ser
sincero, tampoco me gusta tu compañera de departamento. ¡Parece una puta! Y
alguien que las vea juntas...
Vico no se atrevió a continuar, petrificado por la mirada furibunda de su amiga.
— ¡Vamos! ¡Acaba la frase! Alguien que nos vea juntas, ¿qué?... Desde ayer que
siento que queres reprocharme algo. ¿Qué te ocurre, Vico? ¿Ahora también vas a
cuestionar la forma en que vivo?
—Si voy a serte sincero, realmente no la apruebo. No me gusta tu amiga, y mucho
menos ese tipo Martinez.
—¡Esto es el colmo! ¡Por eso me fui de Mendoza sin avisarte! Sos mi amigo, Vico, y
te quiero mucho. Pero Gas está muerto, y ya me harté de tener que rendirles
cuentas a Cielo y a vos.
—A tu suegra no le debes nada.
—¡¿Y a vos?!
Victorio  comenzó a parpadear, mirándola
—A... A... A mí...
—No empieces con el tartamudeo. Esa época pasó. Ya no somos niños. No
tartamudeas cuando haces una nota, ni cuando te enfrentas a otra mujer. No, sólo lo
haces conmigo, porque sabes que estás siendo injusto. Sé que queres lo mejor para
mí, pero estoy harta de que pretendas meterte en mi vida.
—Yo... —estaba haciendo un gran esfuerzo para hablar de corrido—.Yo creí que
formaba parte de ella.
—Como amigo. ¡No como gran hermano, ni confesor!
—Yo... quiero ser algo más que un amigo para vos.
Por desgracia para Vico, y a pesar de toda la angustia que le había producido semejante declaración, había hablado demasiado bajo, y justo en el momento en que Boca le hacía un gol a Racing, partido que los demás parroquianos estaban siguiendo con atención desde la pantalla de cristal líquido del coqueto bar en que se encontraban.
—Perdona, ¿qué dijiste? –preguntó la muchacha, forzando la voz por sobre el
griterío y los comentarios futbolísticos que los rodeaban.
Su antiguo vecino la miró con desolación. Con veintisiete años cumplidos, dueño de parte del diario que había heredado de sus padres, periodista reconocido, capaz de enfrentarse sin dudar al más cruel de los mafiosos para obtener una nota, o al más vengativo de los políticos para desmentirlo, Victorio D´Alessandro, en cambio, no podía evitar ponerse a temblar como una hoja, tartamudeando de la emoción, cada vez que intentaba confesarle a Lali sus verdaderos sentimientos hacia ella.
—Ahora se han calmado –se alegró la muchacha—. Creo que elegimos mal el lugar... O el país. ¿Qué decías, Vico?
—No, nada –musitó.
Pero de inmediato se consoló a si mismo como siempre lo hacía. “Será la próxima”, se prometió convencido, como cuando tenía dieciséis. La próxima.
En la noche en una fiesta….
—¡Sos un hijo de puta y voy a matarte, Martinez! ¡No tenes derecho a hacer algo así!
Por toda respuesta, Pablo sonrió.
—La entrevista ya era mía antes de que llegaras vos, Salva
—No me refiero a trabajo... Aunque también con esa nota te portaste como un
reverendo hijo de puta. Pero a eso ya estoy acostumbrado... En cambio ahora,
además de robar entrevistas, pretendes quedarte con las mejores mujeres. Decime,
¿cómo te ganaste semejante hembrón?
—¿A quién te referis?
—¿Me estás jodiendo? A la modelito votada en Internet como “el mejor culo de la Argentina” ¡Vaya niña!... ¿Cómo hiciste?
—Esta vez empleé tu método, Salva. Será que ya me estoy volviendo viejo.
—¿Le pagaste?
—No. Le ofrecí la portada del próximo número.
—¡¿Qué?! ¿Ahora también vos vas a recurrir a un buen par de gomas para vender la revista? ¿Qué ocurre? ¿Los políticos ya no le importan a nadie?
—La nota principal daba para ponerla en la portada. Es acerca de esa extraña
compulsión de nuestros funcionarios por pasar sus vacaciones, y gastar todo el
dinero que nos han robado con tanto esfuerzo, en lujosos “resorts” del exterior. Al
parecer nuestras cataratas, nuestros glaciares, nuestras playas enormes, o nuestras
pistas de esquí, nunca son suficientes para ellos.
—Sabes que lo hacen para que no los puteen mientras se dan la gran vida.
—Por supuesto. Pero todos los años gozo poniéndolos en evidencia.
—Y de paso, te has ganado a semejante potra. ¿Ya estuvo en tu cama?
—Nunca cuento ese tipo de cosas.
—¡Mírala!... ¡Qué mujer!... ¡Qué piernas!... ¡Qué culo!
—Sí... Pero poco ecológica –se burló Pablo—. El ochenta y cinco por ciento de su cuerpo debe estar hecho de material no reciclable.
—Sos un malvado, Pablo... No me importa quien construyó ese culo, pero lo quiero
todo para mí.
—Si te conformas con imitaciones...
—A esta altura de mi vida, muchacho, me conformo con cualquier cosa.
Un hombre rubicundo se acercó hasta ellos.
—¿De qué hablan?
—Mujeres –respondió aquel caballero
—¡Ah!... De seguro del bombón que está a punto de comerse nuestro amigo Pablo. ¡Mírenla bailar! ¡Qué culo!
—¿No fue en la página de tu “Perfiles” que la nombraron “el culo del año”?
—¡No! ¡No ofendan!... Mi revista es más seria que eso. ¡Somos periodistas!
Pablo se burló.
—Por favor, señores. En esta fiesta de periodistas, el único que concurrió a la cita he sido yo.
—Y por cierto... ¿por qué lo hiciste? Vos odias este tipode eventos.
—Flopy insistió.
—¿El culo mágico?
—Sí.
—Entonces todavía no te has acostado con ella. Las mujeres no te duran tanto como
para que tengas que molestarte en complacerlas.
—Así que esta noche será la gran noche. ¡Qué culo !
—No sé que los entusiasma tanto –replicó Pablo—. La verdad es que viéndola bailar
así, anticipo que mi velada será muy aburrida.
—¿A qué te referis?
—Tengo una teoría sobre las mujeres, la cama, y el baile.
—¿Qué te importa como bailan? A mí con que cierren los ojos, y abran las piernas,
me basta.
—Escucha a Pablo, Salva... –dijo el otro en tono burlón—. El muchacho nos va a
ilustrar con su “teoría”. Y él es todo un experto en mujeres. Por algo sus métodos de
conquista aparecen en Internet.
—¿En Internet? –se extrañó Salva
—Busca su nombre, y... –comenzó a explicar el editor de Perfiles.
Pero Pablo no lo dejó continuar.
—Eso lo escribió una amante despechada –informó.
—Una que no sabía bailar –se burló Salva
—Presten atención y aprendan de este pibe –les ordenó Pablo, que pese a ser el
más joven de la mesa, era reconocido por los demás como el de mayor
experiencia—. En materia de mujeres, puede saberse mucho acerca de su
rendimiento en la cama, sólo viendo como se mueven al bailar. Tomemos a la bella
Flopy, por ejemplo... Es obvio: la muchacha es frígida... Se nota a kilometros.
—¡Imposible que sepas eso, Pablo! A mí me llevó veinte años, y un divorcio,
enterarme de que mi mujer lo era, ¿y vos pretendes saberlo por la forma en que la
niña mueve el culo? Y si así fuera..., esta, en particular, lo mueve divino.
—No seas estúpido, Salva. ¡Mírala bien! Claro que sabe la coreografía. De hecho,
creo que es bailarina profesional. Pero si la observas, notarás que en ningún
momento se abandona al ritmo. ¡Y el pobre fulano con el que está bailando! Podría
ser abducido por un OVNI, delante de sus ojos, y ella ni lo notaría, pendiente como
está en mostrarse. Baila para la foto, y estoy seguro que, de la misma forma,
sólo debe hacer el amor para obtener algo a cambio.
—A mi no me importa por qué se mete en mi cama, en tanto no se salga de ella
hasta que yo quede satisfecho.
—Vos  te conformas con poco, Salva, pero a mí me gustan las mujeres ardientes.
Por desgracia, cada vez quedan menos. La mayoría histeriquean hasta en la
intimidad. Y esta no parece ser la excepción.
—Sos muy exigente, PAblo... Vamos a ver... Aquí, ¿hay alguna que valga la pena,
según tu teoría?
—Déjame analizar el panorama... No... En su mayoría son modelos, más
preocupadas por el culo de la competencia, que por el de un hombre.
—Entonces ninguna de estas bellezas pasa tu prueba. Pablo volvió a perder su
mirada restallante en la pista de baile apenas iluminada.
—¡Aquella!... Sí, aquella... Mírenla... Miren como seduce a su compañero. Como
mueve las caderas, invitante, abandonada al ritmo. Sí... ¡Esa es una mujer! Sabe
exactamente como seguir el compás... Como entregarse al placer...
—¿Cuál? ¿La del cabello largo?
—¡Esa!... –asintió PAblo—. Esa es una mujer sensual. Una mujer que vale la pena.
Una mujer que...
Pablo se calló abruptamente, hipnotizado quizás por el vaivén de aquellas caderas que ahora los tres caballeros miraban sin recato.
—¿”Una mujer que...”, qué?... Termina la frase, Pablo... ¡Pabloo!... ¿Qué hay con
esa mujer? ¡Pablo! ¿Qué te ocurre?
Pero el tal Salva tuvo que sacudirlo para que su amigo reaccionara.
—¡Pablo!
—Sí... Sí... ¿Qué me decías? –respondió, haciendo obvios esfuerzos por alejar su
mirada de la pista.
—¿Qué hay con esa mujer?
—Nada... ¿Todavía sigues interesado en mi muchacha?
—¡Por supuesto! Como te dije, no soy tan exigente, como desesperado.
—¿La queres, o no?
—No jodas, Pablo –se enojó el dueño de Perfiles—. Es una mujer, no un auto
usado.
—¿Por qué te espantas? Ni un taxi ha recorrido tanto camino como ella. Además, no
la estoy vendiendo, sino regalando. ¿La queres, si o no ,Salva?
—¡Por supuesto!
Pablo no esperó más. Se puso de pie, y fue directo a la muchacha.
—¡Flopy! Veni aquí –le ordenó.
Obediente, la joven se aproximó. Vista de cerca era todavía más imponente, a causa de su altura y la solidez de su porte.
—Este es Salvador, Flopy. Es el editor de la revista “Apariencias”.
Los bellos ojos de la muchacha se entrecerraron, mientras continuaba escuchando a su compañero.
—Estábamos discutiendo con él, porque yo le dije que sos la persona ideal para su próxima portada. Pero Salva insiste en que te falta sensualidad.
—¿Cómo podes creer eso, “Salva”? –preguntó la muchacha en tono invitante.
Pablo continuó.
—Así que, como me salió algo imprevisto, y me veo forzado a dejar nuestra cita para
otro día, pensé que él podría llevarte a casa para conocerte un poco más. ¿Qué te
parece?
Salvador  contemplaba la escena con la boca abierta de excitación, mientras que la joven se notaba claramente desilusionada.
—No sé, querido... Yo creí que...
Pero Pablo no la dejó concluir. Por el contrario, se dirigió directamente a su amigo:
—¡No, Salva! No pongas esa expresión de disgusto.
Tenes que hacerme el favor de llevarla. Verás como ella puede ser mucho más vendedora que Silvina.
—¡¿Silvina?! –preguntó la muchacha, cobrando repentino interés en el viejo editor
de Apariencias—. Yo soy mucho mejor que esa! . Yo soy el futuro.
Pablo sonrió, encantado. Para él, por fortuna, aquel maniquí ya era parte del pasado. Y tomando su vaso de whisky con la mirada fija en la pista de baile, se sentó a planear la forma de atrapar a su nueva presa. No podía darse el lujo de fallar. Esta vez era caza mayor……

1 comentario:

  1. hola holaaaaa.... estoy con los preparativos xq me voy de vacaciones asiq he podido meterme poco timpo... pero me dejaste con las ganassssssssss... sos una guacha como lo vas a cortar justo ahiii me muero de la intriga pero estoy segura q es Lali la chica con la q Pablo se quedo embobado y ella esta bailando con Vico aaaaaaaaaa... me muero por ver la cara de los tres si se encuentran!!!!
    Quiero mas nove yaaaaaaaaaa...
    En las vacas voy a tratar de leerte xq tu nove me encanta y se a puesto muyyyyy buenaaaa!!!!
    Espero q subas pronto...
    Besos q estes biennnnn!!!! :D

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