Hola chicas paso rapidisimo a traerles un nuevo capi, porque estoy de salida, gracias por sus comentarios, besos genias :)
CARO
CAPITULO 35:
—¡Señorita! ¡No puede entrar allí!... Tiene que anunciarse
primero –se angustió la
dama.
Pero era tanta la furia de Lali que pasó delante de la secretaria
sin oírla. Abrió la puerta de un golpe. Sentado detrás de un enorme escritorio,
estaba él, Pablo, aquel hombre que la había lastimado tanto. Al oír el
estruendo, su jefe levantó la cabeza, y la miró con aquellos ojos verdes, tan
bellos como mentirosos. No parecía sorprendido. Por el contrario, era como si
la hubiera estado esperando.
—Veo que ya leíste mi propuesta –le dijo con calma, señalando
la carpeta que Lali todavía llevaba en sus manos.
Luego hizo silencio, y volvió a mirarla de aquella forma que
la hacía estremecer. Y bastó chocarse con el resplandor de sus ojos, para que
una furia ciega estallara en el corazón de Lali. Entonces, todavía sin decir
palabra, se acercó lentamente hacia él, y cuando ya su proximidad la quemaba,
dejó salir toda su ira en forma de un sonoro cachetazo, que cruzó la cara de su
jefe sin piedad.
—No te entiendo –fue la única defensa de él.
—No soy una de sus putas...
—No seas necia. Si pensara que sos una puta jamás te
hubiera ofrecido esto. Lo
único que yo quería…... – comenzó a decir, mientras
intentaba retenerla.
Pero ella se alejó embravecida.
—Sé perfectamente lo que quería. Ya me lo dijo, ¿lo recuerda?
Quería meterse en
mi braga. Y, ¿sabe qué, Martinez? Está de suerte...
Y diciendo esto, Lali levantó apenas su pollera, y comenzó
a deslizar con furia la tela suave que cubría su intimidad, a través de sus
piernas cortas y torneadas.
—¡Ahí tiene mi braga! –gritó, arrojándola sobre el escritorio—
Métase en ella, si así lo prefiere. ¡Pero a mi no vuelva a molestarme nunca
más!
Sin ocultar su odio, Lali trató de salir de allí cuanto antes.
Pero, para su sorpresa, al abrir la puerta se chocó con Peter Lanzani y la
secretaria, que la miraban espantados.
—Espero que haya sido un buen espectáculo –dijo con enojo,
justo antes de dar un portazo.
Pablo volvió a quedarse solo en su oficina. Por unos
minutos permaneció inmóvil, sentado detrás de su escritorio. Pero al fin se
estiró, tomó la prenda arrojada por su dueña, la observó, y dejó escapar una
sonrisa. Una sonrisa encantadora, por supuesto, como las que sólo él podía
hacer.
Lali volvió a apretar con frenesí el botón del elevador, mientras
varios empleados la observaban.
—¡Mariana!
La mirada de la joven chocó con aquel bello ejemplar que
corría hacia ella. ¡¿Qué querría ahora el muy maldito?!
—Lali...
—Olvídalo... Como ya escuchaste, no pienso firmar nada.
—No, no vengo por eso... Quería pedirte disculpas. Yo... Yo
te juzgué mal... Creí que
estabas enterada de lo que decía el papel. Pablo me dijo
que lo sabías...
—Me lo había dicho, sí... Pero, ¿cómo podía tomar en serio
una locura semejante?
—Tengo que felicitarte... Has hecho lo correcto. No muchas
mujeres hubieran
rechazado...
—¿Podemos no hablar de eso, por favor?... Sólo quiero ir
a mi casa, y olvidar todo el asunto.
—¿Me permitís que te lleve?
Por un segundo la muchacha lo observó. El tipo parecía
buena gente, y ella se sentía sucia, y destrozada.
—Me harías un favor.
—Espera a que le avise a mi secretaria, y vamos.
Lali aprovechó la distracción del joven abogado para contemplarlo.
Era alto, musculoso, nariz pequeña, pero interesante. Sí... Quizás existía la
vida después de Pablo.
El sólo saber que la niña no llevaba puestas sus bragas
lo estaba volviendo loco. Cada vez que su auto se detenía, debía hacer
esfuerzos para no deslizar su mano a través de aquellas piernas torneadas, en busca
de alguna gratificación. Pero no. No era así como se jugaba el partido contra
ese tipo de mujer. Si quería ganársela, no podía cometer los mismos errores que
Pablo. No podía atropellar. Por el contrario, tenía que tomarse su tiempo.
¡Sí!... Ya casi sentía la adrenalina del placer, que, a
esas alturas, imaginaba doble: por un lado, montarse a semejante yegua; pero
por el otro, ganársela a su jefe. ¡Sí!... Robársela a Pablo... Y hasta, quizás,
le enviara fotos...
—Me siento tan amargado por haber ayudado a Pablo a
tenderte esa trampa.
Lali lo miró dos veces... Parecía sincero.
—No es tu culpa.
Con tanto movimiento, a Lali se le había desprendido el
tercer botón de la camisa, y se le veía claramente el Corpiño. Peter sonrió...
Con sólo estirar la mano...
—Lo sé... Pero no me alcanza... Quisiera resarcirte de alguna
manera por este mal momento.
—¿Tenes un trabajo para ofrecerme?... Acabo de sumarme a
la larga lista de
profesionales desempleados en este país.
—Por desgracia es Pablo el que firma mis cheques, y los
de mi personal.
—Entonces no, gracias. Prefiero morirme de hambre... Y de
hecho, creo que es lo
que va a ocurrir.
—Si necesitas dinero...
“Pagaría lo que fuera por vos”, pensó Peter. Pero, por supuesto,
no dijo nada.
—No, gracias... Ahorre algo en los últimos meses... Hay que
reconocer que
Pablo paga muy buenos sueldos...
—Sí..., a cambio de chuparte la sangre. Es como una especie
de vampiro.
—Es muy exigente con el trabajo, lo sé...
—¿Lo estás defendiendo? –se extrañó aquel galán.
Y Lali se sonrojó.
—¿Acaso vos lo desprecias? –preguntó, sólo por desviar el
giro de la conversación.
—¡Por supuesto!
—¿Y por qué trabajas para él?
—Como vos decis, paga muy buenos sueldos. Y yo, a pesar
de ser soltero, y tener
mi propio departamento, gasto mucho. Me encanta vivir
bien, y viajo todo lo que
puedo.
—Dobla a la derecha luego del semáforo, por favor. Mi casa
es la tercera.
—¿Aquí?
—Sí.
Lali se aprestó a bajar. Se moría por llegar a su departamento,
ducharse, ponerse ropa limpia..., y echarse en la cama a llorar hasta el día
siguiente. Pero justo en elmomento en que iba a salir del auto, su acompañante
la detuvo.
—Disculpa, Lali... Sé que no es una buena oportunidad,
pero... Me gustaría invitarte
a cenar... No digo hoy, pero quizás mañana...
—Lo lamento...
—No te confundas... No se trata de una cita, sino de una forma
de limpiar mi
conciencia. Hay cosas que quisiera explicarte acerca de Pablo...
Y, además, por lo
que veo, a vos te está haciendo falta el apoyo de un buen
amigo.
—Sí..., eso es cierto.
—¿Entonces nos vemos mañana?
—Será mejor el jueves.
¡Goool! Un gol de media cancha. Un tanto a su favor, que
podía decidir el partido. Satisfecho, el doctor Lanzani se despidió, y puso en marcha
su auto, sin sacar la vista del espejo retrovisor. ¡Qué colaa! Ya se la
imaginaba agachada, implorándole por más... O de rodillas frente a él, tragándose
todo, hasta su orgullo. ¡Paciencia! No faltaba tanto para lograrlo...
Porque si algo había aprendido Peter en esta vida, era como
se debía “tratar” a una mujer.
Sueña Lanzani.k ella estara destrozada pero tu todavia no sabes como es ella y mucho menos como piensa y siente.
ResponderEliminarJajajajaja AMOOOOO A LALI!!!! Es una guacha... y Pablo bien merecido se lo tiene... El q cada vez me cae peor es Peter!!!!Espero q Pablo se avive pronto xq este no es de fiar y no se va a andar con vueltas con respecto a Lali!!!! Y peor aun xq Lali lo ve como alguien inofensivo!!!!
ResponderEliminarEspero q esto no termine mal...!!!!
Ya quiero un beso de los payasitos...!!!Espero q subas pronto!!!
Besos q estes bien!!!!! :D
Hello!! percha como estas? o mejor dicho que es de tu vida? seguís viva? jajaj Aparece!!!... ya quiero hablar con vos! y no se como ubicarte porque no se si ya tenes el cel! asi que haces señales de humo aunque sea!!!
ResponderEliminarjajajaj
dado mi primer reclamo voy a la nove.....
osea al segundo reclamo!! jajajaj Va un nuevo nombre para las lista de los odiados! solo estaba encabezado por Rocio ahora se suma peter!!!
con esto solo llego a la conclusión de como te gusta
hacernos sufrir percha!! pones a pruebas toda nuestra paciencia! jajajajaj
En cuanto a lo demás me encanto!!! como lali se enfrenta a Pablo
aunque reconozco que de alguna forma afloje un poco con pablo no en esta ocasión porque bien merecido lo tenía lo que hizo pero en otras circunstancia
si..
Ahora avisenle al loser de pablo que siga participando porque lo que le sta pasando por esa cabecita hueca jamás va pasar!..
osea tiene que competir con pablo!, que si tiene algo de dignidad que ni lo intente! jajajaja competencia ampliamente ganada hasta sin esfuerzo por pablo!!..
mira que hay gente que tiene un autoestima tan alta que es admirable porque la realidad es que no le da! y este es uno de los casos jajajja
bueno percha espero encontrarte en estos días!!
mira que todo lo que te quería comentar ya se me olvido! jajajaja
te mando beso!!!
que andes super bien!!! :D