sábado, 30 de abril de 2016
Capitulo 7: "En busca de la Verdad"
CAPÍTULO 7
Mientras lo seguía hacia la casa, Lali se preguntó cómo podía haber sido tan estúpida. Deseaba tan intensamente que le hiciera el amor, que había abandonado su estudiado plan en cuanto lo tuvo entre sus brazos.
Entendía su reacción al comprender que ella le había mentido, instalándose en su casa con falsas pretensiones. Recordó que le había contado que su madre le mintió sobre la muerte de su padre, y que, desde entonces, odiaba las mentiras. Tenía todo el derecho a odiarla, se dijo con pesar. Pero eso no explicaba su referencia a un milagro. Parecía empeñado en seguir negando que era el padre de Ian. Se preguntó si tendría que recurrir a una demanda judicial y a un análisis de sangre. Esperaba más dignidad de él.
Pablo iba por delante de ella, con el cochecito de Ian en brazos. El bebé era totalmente inconsciente del drama que se desarrollaba a su alrededor. Cuando Pablo levantó el cochecito, vio la ternura de su expresión, que después se convirtió en ira y... en otra cosa. Parecía un hombre al que se le hubiera denegado un don. Era obvio que quería al niño. Pasaba mucho más tiempo con él que el estrictamente necesario, y lo disfrutaba. Entonces, ¿por qué se negaba a creer que era el padre de Ian?
No podía ser por falta de dinero o recursos. Sus libros tenían un enorme éxito, y Pablo era generoso. Un día le preguntó por uno de los archivos y él admitió, a desgana, que era un fondo monetario para los estudios de sus sobrinos. Lali había encontrado varios archivos similares, que indicaban que le gustaba compartir su riqueza. Por eso no podía entender su reacción.
Candela le había preguntado, incrédula, si estaba segura de que Pablo era el padre de Ian. La asaltó la duda, pero la desechó. Daniela nunca le había mentido, y no tenía razón para hacerlo cuando estaba a punto de morir. En cualquier caso, la verdad era aparente. Ian se parecía tanto a Pablo que no podían ser sino padre e hijo. Empezando a enfadarse, LAli aceleró el paso para alcanzar a Pablo y estiró los brazos hacia el cochecito.
-Yo lo llevaré, dado que tú no quieres saber nada de él.
-Está perfectamente conmigo -el fiero gruñido de Pablo la sobresaltó.
-No, no lo está -espetó con furia, pero en voz baja para no despertar al niño-. Su padre acaba de rechazarlo. ¿Cómo puede estar bien con alguien así? -Pablo también la había rechazado a ella, pero se enfrentaría a eso más tarde. En ese momento, su mayor preocupación era Ian
-Pareces estar muy segura de tu información -dijo él, mirándola con una frialdad que hizo que olvidara que brillaba el sol.
-Mi hermana no mentiría sobre algo así cuando estaba a punto de morir.
-Lo siento -dijo él automáticamente-. Es una gran tragedia y entiendo que el dolor te haya desesperado como para querer buscarle un hogar a Ian y seguir con tu propia vida.
-No estoy desesperada, y nadie me va a quitar a IAn sin lucha -tuvo que apretar las manos para no machacar sus atractivos rasgos de un puñetazo-. Pero se merece conocer a su padre. Ella me dijo que tú lo eras, y la creo.
-Si tu hermana estaba gravemente enferma, quizá estuviera confusa -dijo él, con ojos turbios.
-No sobre esto. ¿Niegas que te acostaste con Daniela Portman hace un año y medio?
-No lo niego, porque es verdad. Llevábamos algún tiempo trabajando juntos. El día que mi divorcio fue definitivo, ella también estaba disgustada por algo. No me dijo por qué, pero acabamos consolándonos mutuamente. Nada más.
-Es obvio que hubo bastante más -dijo LAli, mirando al niño con el corazón encogido.
-Es obvio, pero eso no me convierte en el padre de Ian
-Dani no andaba acostándose por ahí -exclamó ella, defendiendo la memoria de su hermana.
-No digo que lo hiciera. La Dani que conocí era dulce y amable, más pendiente de lo que me ocurría a mí que de sus propios problemas. Sabía que estaba enferma, pero nunca imaginé que fuera algo terminal.
-No quería compasión.
-Y no la compadecí. Era maravillosa y tenía un gran talento -se le cascó la voz, como si el costara acostumbrarse a la revelación de LAli-. Solo sé que me necesitaba tanto como yo a ella. No volvió a repetirse.
Llegaron a la casa, y Pablo le sostuvo la puerta para que entrara. Lo rozó al pasar, y sintió de nuevo esa corriente eléctrica que le recordó todo lo que podían haber compartido. Apesadumbrada, supo que por mucho que ansiara el calor de su abrazo, difícilmente volvería a sentirlo.
No le sirvió de nada pensar que era para bien. Su deseo por él era tal, que no sabía cómo podía haberse negado durante tanto tiempo a que un hombre le hiciera el amor.
Dani se reiría si lo supiera, pensó Lali, imaginándose el «Te lo advertí» de su hermana. Se preguntó por qué tenía que ser Pablo, entre todos los hombres, el que destrozara sus ilusiones. Se sentía como si hubiera vislumbrado el paraíso por una puerta entreabierta y alguien la hubiera cerrado de golpe segundos después.
-Acostaré a Ian. Estará más cómodo en la cuna -dijo ella, que necesitaba tiempo para recuperar la compostura.
-Te acompañaré.
-No hace falta. No pienso irme a ningún sitio de momento -dijo con dureza, preguntándose si pensaba que echaría a correr en cuanto él se diera la vuelta.
-Antes tenemos unas cuantas cosas que aclarar -asintió él. Ella oyó las palabras que no dijo: «Despues puedes irte donde quieras», y eso la desesperó.
Las cosas no iban de acuerdo a sus planes. Contaba con que él no reconocería a IAn voluntariamente, y estaba preparada para defender sus argumentos. Pero no había previsto el efecto que Pablo tendría sobre ella; eso lo complicaba todo. «Has tenido advertencias de sobra», se dijo mientras acostaba al bebé, intentando ignorar la presencia de Pablo , que observaba cada uno de sus movimientos. Desde el principio la había atraído, nunca antes había respondido con tanta fuerza a una persona. Si hubiera tenido el más mínimo sentido común, se habría marchado el primer día.
Sin embargo, se había empeñado en enfrentarse a La Bestia en su guarida. Cualquiera con más experiencia se habría percatado del peligro pero, como Pablo había adivinado, Lali no la tenía. Había jugado con fuego y se había quemado. Decidió aprender de su error. Desde ese momento lo vería como el padre de Ian y nada más.
-¿Has acabado? -inquirió él cuando tapó al niño con la manta.
-Me quedaré aquí un rato, por si se despierta.
-Si lo hace, lo oirás por el monitor -Pablo fue hacia ella y la agarró de la mano-. Tenemos un asunto que resolver.
Ella deseó insistir en quedarse con IAn, quería sentirse segura. No tenía miedo físico de Pablo , pero el caos que podía provocar en sus sentimientos le daba pánico.
Pablo tiró de ella y la sacó de la habitación. Cerró la puerta con cuidado y la guió por el pasillo. Lali esperaba que la condujera al despacho pero, en cambio, la llevó a su estudio. Era una estancia perfecta para pensar. La maravillosa vista del lago la convertía en el lugar ideal para meditar. Pero no era tiempo de meditación. Él le indicó que se sentara en un sillón que había junto al escritorio. Lali se sintió como una colegiala en el despacho del director, esperando una regañina. Excepto que Pablo no parecía en absoluto un director de colegio;; si la tomara entre sus brazos, se rendiría sin condiciones.
Se recordó que debía pensar en él únicamente como padre de lan. Mientras Pablo no reconociera a su hijo, no podía haber nada entre ellos.
-Si crees que me voy a quedar aquí sentada mientras me das un charla, estás muy equivocado. Debería haberte dicho quién era, y te pido disculpas por eso. Pero no por haber traído a Ian, tiene derecho a conocer a su padre.
Pablo se inclinó hacia ella y apoyó una mano en cada brazo del sillón, aprisionándola. Su rostro amenazaba tormenta.
-Tienes suerte de que nunca haya golpeado a una mujer en mi vida. Porque, ahora mismo, la idea me tienta muchísimo.
-Solo un cobarde se refugia en amenazas de violencia -espetó ella, alzando la barbilla; no pensaba dejar que la asustara.
-Yo no hago amenazas.
Lali sabía que debía callarse, antes de llevarlo al límite de su aguante. No temía que la pegara, pero estaba claro que quería hacerle algo; su corazón se agitó al comprender qué era ese algo.
-¿Cómo te enfrentas a la provocación, Pablo ? -susurró, incapaz de callarse las palabras.
-En general, me rindo ante ella, -replicó él y, como ella deseaba, inclinó la cabeza y la besó.
Atrapada en el sillón, tuvo que aceptar su boca. El impacto fue demoledor, le pareció que la habitación daba vueltas.
«Es el padre de Ian, nada más», se dijo con desesperación, pero el pensamiento quedó sumergido en un mar de sensaciones. Se olvidó de la razón y la cordura. Se hubiera conformado con que la besara eternamente. «Mentirosa», se dijo, «Deseas mucho más que un beso».
Cuando Pablo se apartó, sus ojos destellaban de pasión, que pronto pasó a ser ira. Lali decidió que estaba tan enfadado con ella como consigo mismo. La alegró no ser la única que permitía que la tentación ganara al sentido común.
-¿Por qué has hecho eso? -preguntó cuando la habitación dejó de dar vueltas.
-Era la opción más segura -sin más explicación, Pablo se sentó tras el escritorio y respiró profundamente. No había pretendido besar a Lali de nuevo, pero no pudo evitarlo. Se estaba convirtiendo en una mala costumbre.
Recordó lo ocurrido en el cenador, cuando ella había aceptado sus caricias deseosa. Había visto miedo en sus ojos, y también confianza plena. Eso lo había confundido hasta que comprendió el motivo. Su cuerpo volvió a clamar de deseo insatisfecho, a clamar por ella. Estaba seguro de que no le había mentido cuando dijo que lo deseaba, pero había mentido en todo lo demás. La ira apagó su deseo, no toleraba las mentiras.
-¿Quién eres? Esta vez quiero la verdad -intentó concentrar toda su atención en la respuesta, aunque era difícil viendo esos labios aún enrojecidos por el beso. Ella lo miró retadora.
-Como te he dicho, me llamo MAriana Glen y trabajo como asesora informática autónoma.
-No trabajas para la agencia de Candela
-Candela no quería que aceptara este trabajo -movió la cabeza de lado a lado-. Intenté convencerte de que contrataras a otra persona, ¿recuerdas?
-No intentes echarme a mí la culpa -gruñó él-. Llegaste aquí con mentiras para poder embrollarme con el cuento de que soy el padre del hijo de tu hermana.
-No es un cuento, es la verdad -las manos de Lali temblaban y las dejó caer en su regazo.
-De eso nada. Es físicamente imposible -rebuscó en el escritorio hasta que encontró un sobre con la dirección del consultorio médico de su ex cuñado, y se lo tiró a LAli-. Lee eso.
-Yo no...
-Léelo -ordenó él. Su voz sonó como un pistoletazo y Lali dio un respingo. Abrió el sobre y sacó el informe que contenía.
Hacía meses que Pablo no lo miraba, pero se lo sabía de memoria. Había estado a punto de quemarlo varias veces, pero se lo había quedado como recordatorio para evitar comprometerse seriamente con nadie.
-¿Dice o no dice ahí que mi recuento de esperma es tan bajo que la posibilidad de que sea el padre de Ian está completamente descartada?
-No puedo entenderlo -LAli alzó el rostro, el desconcierto nublaba sus ojos. Él se negó a dejarse impresionar por su trágica expresión.
-¿Qué no puedes entender? Soy incapaz de darle un hijo a una mujer, ni a mi ex esposa, ni, menos aún, a tu hermana.
-Pero Dani estaba segura.
-Dijiste que estaba enferma -a pesar de su determinación por evitarlo, ella lo estaba ablandando-. ¿Qué ocurrió?
-Le diagnosticaron el tumor poco después de que se conocierain en aquella cena de negocios. Estuvo demasiado enferma para trabajar en el primer libro de Panda, pero el tumor remitió y pudo ilustrar el segundo. Debido al tratamiento médico que tomaba, no creía poder quedarse embarazada. Quería al niño más que a su propia vida, y al final, eso fue lo que le costó tenerlo.
Pablo sentía la tristeza de Lali como un puñal en el corazón, pero luchó contra el impulso de abrazarla. Su hermana y ella habían intentado engañarlo. Debería echarla a la calle, no desear consolarla; le dolían los brazos por el esfuerzo de no abrazarla.
-Al final, es posible que tu hermana se convenciera de que decía la verdad -dijo, incapaz de soportar la visión de su dolor un segundo más-. No sé por qué me eligió a mí, pero se equivocó.
Lali dejó caer el informe sobre el escritorio. Sentía frío y tenía el cuerpo insensible. La idea de que Ian nunca conocería a su padre era como una losa en su corazón. Ya era malo que ella hubiera estado siempre alejada del suyo, pero al menos había hablado con él, lo había visitado. Ian ni siquiera tendría eso.
-¿Es posible que haya algún error? -preguntó, intentando controlar el temblor de su voz. Él negó con la cabeza.
-El médico que me hizo la prueba es el hermano de mi ex mujer. Aunque nos odiábamos, es uno de los mejores en su especialidad.
Para Lali , la verdad no tenía sentido. Su hermana no había tenido relaciones con ningún hombre durante dos años; estaba demasiado enferma. Cuando entró en remisión, no sentía suficiente confianza en su futuro como para involucrarse con nadie. Dani, cuando ya estaba embarazada y vivía con ella, le dijo que solo había dormido con Pablo aquella vez. No podía haber tenido otra relación sin que ella se enterara.
-Si no se llevaban bien, ¿es posible que cambiara los resultados de la prueba? -preguntó titubeando.
-Es médico. Hacen un juramento -Pablo devolvió el informe al sobre-. Esto no nos lleva a ninguna parte. Me gustaría ayudar, pero...
Lali comprendió que no pensaba hacerlo. No lo culpaba. No era responsable del hijo de otro hombre, ni de lo que Lali sentía por él.
-Lo comprendo. Me iré mañana temprano.
-No quiero que te vayas -dijo él, sabiendo que debería dejarla marchar.
-Pero... después de esto -LAli lo miró con asombro.
-No puedo culparte por hacer lo que consideras correcto -concedió él-. Reaccioné tan mal porque odio que me mientan.
-Comprendo que no soportes que te engañen -comentó ella, deseando con todo el corazón haber actuado de otra manera. También entendía por qué se puso tann furioso cuando Dani le dijo lo del niño. Sabiendo que no podía ser padre, había asumido que le mentía. Soltó un suspiro-. No pretendía reavivar viejas heridas.
-No podías saberlo.
Incluso si no era el padre de Ian, quedaba pendiente saber si le había robado o no a Daniela la idea del personaje que le había hecho famoso. Sería más fácil descubrirlo en su casa. Y también podría pasar más tiempo entre sus brazos.
-Me quedaré -le dijo, perfectamente consciente de cuál de las dos razones tenía más peso.
-Bien, porque tengo otra propuesta para ti.
-¿Cuál es?
-Quiero que te cases conmigo.
Lali se quedó boquiabierta. Se preguntó cómo sería estar casada con Pablo, compartir su cama y su vida. Aunque no fuera el padre biológico de Ian, había visto lo suficiente para saber que sería un padre maravilloso. Tampoco dudaba que sería un amante excepcional. Apartó esas seductoras ideas de su mente, aunque sintió una intensa respuesta física.
-¿Casarme contigo? ¿Estás loco? -exclamó. Ella sí estaba loca, pues se lo estaba planteando como una posibilidad real.
-Es una sugerencia lógica -aclaró él, como si expusiera un argumento, en vez de proponerle matrimonio-. Como no puedo tener hijos, decidí no volver a casarme. Pero tú ya tienes un niño que consideras tuyo, así que no estaré privándote de nada. Ni tampoco a mí mismo -su tono se suavizó-. Sé perfectamente lo que sientes por Ian y yo empiezo a sentir lo mismo. Será el hijo que soñé. Y tú contarás con alguien que lo acepta. Sé que has tenido que esforzarte mucho desde que está contigo.
LAli pensó, furiosa, que Pablo debía haberle preguntado a Candela por ella. Aunque había hablado con su amiga varias veces desde que trabajaba con Pablo , había evitado cuidadosamente mencionar su relación. Cande debía haber llegado a sus propias conclusiones. Además, como Lali sabía, no era nada reacia a hacer de casamentera.
-Me las arreglo -dijo secamente. No estaba dispuesta a que la considerara un caso de caridad.
-Lo sé, y lo haces muy bien. Pero, ¿no sería mejor no tener que esforzarte tanto? Al menos por Ian, si no por ti misma.
Había dicho lo único que la obligaba a considerar su propuesta. Quería para su bebé mucho más de lo que ella podía ofrecerle. No solo cosas materiales, sino también una vida familiar. Pablo podía proporcionarles las dos cosas.
Al pensarlo, comprendió hasta qué punto lo deseaba, también, para sí misma. Con un padre distante, y una madre y un padrastro de buenas intenciones, pero más inmaduros que ella, nunca había conocido el amor, la calidez y la seguridad que otras familias daban por hecho.
Su familia se había apoyado en ella, en vez de al revés. Durante la enfermedad de Dani, y después, casi toda la carga recayó en Lali. A su madre y a su padrastro no se les había ocurrido que podían echar una mano para criar a su nieto. Le dejaron la responsabilidad a ella.
Aunque quería demasiado a Ian para que le importara, sería agradable tener alguien en quien apoyarse. Había llegado a considerarlo un sueño imposible. Tras su experiencia con Benjamin Cross, pensó que nunca llegaría a casarse. Al contrario que Benja, Pablo nunca hacía que se sintiera como si el niño fuera un estorbo.
La oferta era tan tentadora que tuvo el sí en los labios. Pensó en lo que no le ofrecía: amor. Si se casaba con él, sería un amante apasionado, la experiencia de esa tarde lo demostraba. Pero hacerle el amor no era lo mismo que amarla. Se preguntó si podía llevar una vida basada meramente en la atracción física. Antes de que pudiera contestar, los berridos de Ian resonaron en el monitor.
-Ve con él -urgió Pablo-. Primero ocúpate del niño, después piénsalo y dame tu respuesta.
Eso fue lo que la decidió.
-Ya lo he pensado, y me casaré contigo, Pablo, en cuanto tú quieras.
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Holaa perchaaa!!! Cuanto tiempo!!! Si ya se no me retes desaparecí! Jajaja pero ya estoy de vuelta!! Y súper al día :D!!!
ResponderEliminarSúper encantada con él cap y enojada también cof cof.. No me avisaste que habías subido cap ~~ jajaj
Pero volviendo al cap y los capitulos por lo que no comente me encanto!! Lloro son tan hermosos!! Tan apasionadls, Los amo, y yo que siempre queria golpearlo a Pablo (costumbre o trauma que me quedaron de tus otras nove cof cof jajaj) pero en esta nove me puede es un tierno en él fondo la "bestia" del cual lali se esta olvidando demasiado esa parte, no la culpo yo haría lo mismo jajaj..es mas me sorprendió y mucho que acepte casarse con él!!
(Acá me faltan mis emoticonos para expresarme mejor, me faltan las caritas jajaja sera que se le puede agregar al blog, te pregunto ya que vos sos la experta en la tecnología y en cortarcabezas para las mejores ediciones 🙆😁 jajaja)
En donde me quede?.... A sii! No esperaba que lali diga que si... Aunque termino él cap ahí... No quiero emocionarme (aunque ya lo hice!así que no me desiluciones percha! Jajaja espero que ella no salga con algunas cosas raras ni saque lo de la venganza y bla bla porque ni ella se lo cree baja..
Bueno percha espero que subas pronto!! Y que me avises ni bien subas! Porque no pudiste dejarlo ahí -- un gran jum para vos!!..
Y antes que me digas nada subí cap.. Por partida doble :( no tenia internet entre otras cosas tuve que esperar que se dignen a cambiarme él moden y como sabrás la compañian no se destacan por su rapidez.. Jaja pero bueno espero que subas pronto , y en estos días hablamos... Espero que andes súper bien! Y que pronto podamos hablar!! Espero ansiosa él próximo capitulo
Besos Jess.!!! :D
Maaaas xfii que lindo!! Quiero una boda
ResponderEliminarVuelve!!! Me encanta la nueva historia
ResponderEliminarMe encanta,encanta y encanta demasiadoo esta nove!! Espero con muchisimas ganas el proximo capi,escribes increible :)
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